La valorización de los residuos biológicos es un enfoque atractivo en el marco de las políticas de gestión de residuos y el desarrollo de una economía circular.

Los desechos orgánicos orgánicos y de diferentes fuentes de origen orgánico se están infrautilizando como recurso potencial de compuestos valiosos.

Los fertilizantes juegan un papel importante como proveedores de nutrientes que dependen en gran medida de su producción de recursos minerales fósiles.

La industria europea de fertilizantes es, además, muy dependiente de las importaciones de estas materias primas, siendo vulnerable a las políticas de suministro y precios. “Cordis, Comisión Europea.”

Gracias a la tecnología IKERA RD8 la producción de fertilizantes y biocarbón es factible a partir de desechos orgánicos variados tales como restos de pescados, sangre animal, estiércol de pollo y pavo, posos de café, entre otros muchos.

Esta es una descripción del proceso a muy grandes rasgos:

La energía térmica es la principal fuente de energía utilizada que puede ser procedente de energías renovables como CSP, MINI-CSP, FVT, geotermia, biomasa, calor residual o una mezcla de varias. También de fuentes no renovables o un combinado de renovables y no renovables.

El residuo orgánico pasa primeramente a un depósito desde el cual nos aseguramos la homogeneización del residuo para continuar a través del reactor físico RD8 en el cual sólo H₂O se evapora para después ser condensada y mineralizada según necesidad. Opcionalmente podemos arrastrar el nitrógeno a la parte líquida facilitando el agua nitrogenada.

La parte sólida, libre de patógenos, ajustada a una humedad de hasta 0,2% es arrastrada en continuo a depositos en seco para su revalorización como base de fertilizante, fertilizante o biochar dependiendo de la tipología y caracterización.